Subida del IRPF, bajada de pensiones, pretensión de aumentar la edad de jubilación hasta los 67 años... Todo sigue su curso: España se hunde cada vez más y la gente sigue tranquila. Hasta que se acaben los subsidios obviamente. El Economista avisa de que se avecina un nuevo tsunami inmobiliario. Lo que faltaba. Pero es que el precio inflado de los inmuebles o se reduce con lágrimas y pérdidas de dinero, o seguiremos con unos precios exorbitados imposibles de pagar para nadie y con la economía parada. Aquí va a haber muchas quiebras de cajas en un futuro no muy lejano. Estos precios de la vivienda son insostenibles y las pérdidas de dinero de unos cuantos son necesarias.
Veremos cuanto tardan las élites financieras de este país en darse cuenta.
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